Constanza Gutiérrez

  • R Güemescompartió una citahace 9 meses
    Al final, y por mucho que uno se queje, se abraza la miseria como se abraza cualquier cosa en la que hayamos sido criados: por la fuerza de la costumbre
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    ARIZONA

    No mucho antes de que yo naciera, nuestro pueblo había crecido de la manera desordenada y sin planificación en la que se extienden todos esos villorrios perdidos que a nadie le importan.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    rurales, hostal para camioneros y restorán al paso, fue absorbida por una gran población de casas fotocopiadas que crecía desde nuestro pueblo.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    no contaba con un hospital cercano, ni mucho menos una escuela, cosa que se convirtió en un gran problema el día en que el entonces presidente de la nación decidió desalojar los campamentos marginales de Santiago y enviar a nuestro pueblo todo lo que los capitalinos no querían.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    que nunca cambió, eso sí, fue la división imaginaria entre el centro del pueblo –donde estaban las casas más grandes, la municipalidad, el hospital y la escuela– y la periferia –donde habían armado las poblaciones nuevas.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    Los Jopis –ellos mismos se habían bautizado así– tenían entre siete y doce años y eran ocho: el Chichi, que era el líder y siempre andaba con Seguro Pastor, un quiltro negro más que pequeño; la Yola, menudita, desnutrida, de piernas flacas y guata prominente, como perrito envenenado; Carlitos, Unicornio (tenía un solo diente), Roni, Chispita y el Flavio y Mecha, que eran hermanos, casi idénticos. Vivían bajo unas precarias techumbres a las orillas de Arizona,
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    andaban siempre sucios y con la misma ropa –cada vez que pienso en la Yola, pienso también en su polerón amarillo que, con letras rosadas, decía Sport– hablaban con muchas groserías y eran mis ídolos porque jamás iban a la escuela.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    nosotros pensábamos en Arizona como el paraíso construido de negaciones:
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    si ya no me querían? No podía volver a mi casa. Caminé solo por las calles hasta llegar a la plaza, y me puse a patear la pelota, tratando de darle a un árbol.
  • Lila en septiembrecompartió una citahace 2 años
    Cuando llegamos al peladero empezó el problema. Estaba ocupado. Grandes carpas de colores y muchas camionetas destartaladas descansaban en nuestro lugar. Nosotros, niños pueblerinos, no entendíamos la situación: en veinticuatro horas habían armado una población en un lugar donde antes no había absolutamente nada.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)