La paz no era una sensación, era un lugar: la hierba que debía de llegarnos por las rodillas, el correteo de los animales que intuíamos solo por el movimiento que dibujaban entre la maleza.
Opiniones
gisellarteaga12compartió su opiniónhace 2 meses
👍Me gustó
🐼Adorable
Iranyelacompartió su opiniónhace 2 meses
👍Me gustó
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos
(no más de 5 por vez)