La paz no era una sensación, era un lugar: la hierba que debía de llegarnos por las rodillas, el correteo de los animales que intuíamos solo por el movimiento que dibujaban entre la maleza.
Opiniones
gisellarteaga12compartió su opiniónhace 3 meses
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Iranyelacompartió su opiniónhace 3 meses
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