En la vida, como en el arte, hay que dar un paso atrás para verlo. El «espacio negativo», el que rodea o queda entre objetos o eventos, da forma al todo.
Es fácil no darse cuenta. En nuestras vidas el espacio está siempre bajo presión. Poderosas fuerzas se alían para exprimirlo. La primera de ellas es la tecnología.