En el pasaje principal de este autor (Metafísica, I, 3), leemos: «Evidentemente, lo que tratamos de adquirir es la ciencia de las primeras causas (ἐξ ἀρχῆς αἰτιων): decimos que conocemos una cosa cuando pensamos haber descubierto su primera causa. Pues bien, el término de causa se entiende en cuatro sentidos. Llamamos causa, primero, a la esencia o lo que hace que algo sea lo que es: el porqué de las cosas lleva a su concepto extremo y el porqué primero es una causa y un principio. Llamamos causa, segundo, a la materia o el sustrato. Tercero, a aquello de donde recibe su principio el movimiento. Y cuarto, a la causa opuesta a esta última, a saber, el fin o el bien, que es la meta de toda generación y de todo movimiento… vamos a consultar a los que procedieron antes que nosotros y se pusieron a filosofar sobre la verdad.