Esta antigua tradición de análisis y metafísica de los sueños tuvo un renacimiento post-romántico hacia principios del siglo XX. Wilhelm Heinrich Roscher, hijo del reconocido economista, fue un filólogo de sobresalientes capacidades cuya obra ha sufrido las injusticias del olvido. Admirador de Richard Wagner y condiscípulo de Friedrich Nietzsche fundó, junto a este último, Wilhelm Wisser y Richard Arnold, la Asociación Filológica de Leipzig.