Una amiga me contó de Mary Shelley, que estaba embarazada mientras escribía Frankenstein. Era evidente, y sin embargo todas las veces que leí la novela no lo había visto: Frankenstein es una historia sobre la creación de vida, acerca de un hombre que más que jugar a dios juega a ser mujer.
La feminista Mary Wollstonecraft murió cuando estaba dando a luz a Mary Shelley. Mary Shelley tuvo cuatro hijos y tres de ellos murieron, también Clara, la niña que esperaba mientras escribía la novela. Es razonable que la maternidad fuera para ella, al menos en parte, un relato de terror. Pienso en el pasaje en Frankenstein en el que cobra vida el monstruo y trata de matar a su creador, ese fragmento terrorífico que es como una pesadilla de posparto.