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Juan Tallón

  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    El verano se estaba acabando, o ya se había acabado en realidad, porque el verano se acaba siempre de repente, sin que una se dé cuenta. Se es consciente de ello solo cuando ya quedó atrás. El verano no va diciendo adiós, no avisa, digamos, de que llega a su fin y lanza besos con la punta de los dedos mientras el sol pone cara triste.
  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    El verano no va diciendo adiós, no avisa, digamos, de que llega a su fin y lanza besos con la punta de los dedos mientras el sol pone cara triste.
  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    El verano se estaba acabando, o ya se había acabado en realidad, porque el verano se acaba siempre de repente, sin que una se dé cuenta. Se es consciente de ello solo cuando ya quedó atrás. El verano no va diciendo adiós, no avisa, digamos, de que llega a su fin y lanza besos con la punta de los dedos mientras el sol pone cara triste. De pronto, una se dice: «Caray, el otro día se acabó el verano y no lo vi.»
  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    ¿De dónde saqué los ánimos? No los saqué porque no los tenía, pero descubrí que también se vive sin ánimos, y que, de todas formas, siempre habrá alguien que tenga menos ánimos que tú. En la vida, una se caía y se levantaba, se caía y se levantaba, como una forma de inercia.
  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    No llevo una vida normal. Tampoco sé si algún día acabaré llevándola. Las cosas normales son lo primero que desaparece en una catástrofe. En su lugar se queda a vivir, como en una invasión, lo desconocido, a lo que por necesidad acabas acercándote.
  • maleñocompartió una citahace 2 meses
    El horror a perder algo es infinitamente peor que saber que nunca tendrás algo que deseas muchísimo.
  • Ricardo Moracompartió una citahace 2 años
    Las grandes noticias, y también las peores, llegan a menudo en mitad de instantes absolutamente normales.
  • Ricardo Moracompartió una citahace 2 años
    En la guerra perpetua contra las alarmas, siempre morimos los mismos. Qué justicia es esa. Creo que es la derrota más conocida del ser humano. La derrota diaria, no mortal.
  • Ricardo Moracompartió una citahace 2 años
    Ahí se convirtió en alguien tristemente célebre, aunque mundialmente conocido.
  • Ricardo Moracompartió una citahace 2 años
    «Mientras estuvo guardada tanto tiempo en esas naves, de algún modo ya era una escultura desaparecida, muerta. Creo que para algunos gestores del museo, y para quienes debían velar por su integridad, mi escultura solo eran cuatro hierros, piezas que no significaban nada, de las que podían olvidarse.»
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