Teresa Wilms Montt

  • Maríacompartió una citael año pasado
    Sólo existe una verdad tan grande como el sol: la muerte.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Siento en mis manos todo el peso de mi cabeza, como si la vida de todos los seres humanos se hubiera reconcentrado en ella.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Turbada de misterio, sin saber qué era de mí y dónde estaba, quise huir, y en mi ansiedad loca tropecé en las oscuridad con un cuerpo que al caer dio un golpe seco.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Turbada de misterio, sin saber qué era de mí y dónde estaba, quise huir, y en mi ansiedad loca tropecé en las oscuridad con un cuerpo que al caer dio un golpe seco.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Soy una niña vieja, Anuarí; mis venticuatro años me llevan a la rastra, como aplastada por un fardo de troncos. Sólo puedo, de vez en cuando, levantar mis ojos al cielo para asegurarme de que allí en el infinito hay dos manos, las tuyas, que se me tienden abiertas como dos alas.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Soy una niña vieja, Anuarí; mis venticuatro años me llevan a la rastra, como aplastada por un fardo de troncos. Sólo puedo, de vez en cuando, levantar mis ojos al cielo para asegurarme de que allí en el infinito hay dos manos, las tuyas, que se me tienden abiertas como dos alas.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Anuarí. Prefiero siempre el eterno caos de la verdad a la ilusión rosa de la vida. Uno me lleva a ti, el otro me aparta con sus infernales seducciones, para enfangarme en seguida en despreciables placeres.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Prefiero siempre el eterno caos de la verdad a la ilusión rosa de la vida. Uno me lleva a ti, el otro me aparta con sus infernales seducciones, para enfangarme en seguida en despreciables placeres.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    Desde hace tres meses vivo recluida en tu recuerdo; y mi alma se ha hecho tan liviana, que puede sostenerse en el aire como lo azul. Anuarí; los hombres me arrancan de tu lado con sus promesas de dulzura y bellezas, me tientan como Lucifer al Cristo de la Montaña.
  • Maríacompartió una citael año pasado
    ¿es el dolor tan insoportable que a los buenos los hace malos y a los malos perversos? El dolor santifica a las almas sublimes y arrastra a las inferiores... no hay duda,
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