Mª Teresa Gallego

no intento dar a conocer las cosas, sino a mí mismo.

y aunque sea hombre de algunas lecturas, no soy hombre de memoria

No se fije nadie en los temas de los que trato, sino en la forma en que los trato

reconocer la ignorancia es uno de los más hermosos y rotundos testimonios de criterio que se me ocurren.

Solo busco en los libros el gusto que me proporcione un honrado entretenimiento; o, si estudio, solo busco la ciencia que trate del conocimiento de mí mismo y que me instruya en un bien morir y un bien vivir.

siempre me ha parecido que, en poesía, Virgilio, Lucrecio, Catulo y Horacio van, con mucho, en cabeza

Virgilio en sus Geórgicas, que me parecen la obra poética más lograda, con cuya comparación puede verse fácilmente que hay episodios de la Eneida a los que el autor habría atusado algo más con el peine si hubiera tenido ocasión de hacerlo; y el quinto libro de la Eneida me parece el más perfecto.

En cuanto a mi otra lectura, que mezcla algo más de provecho con el gusto, con la que

aprendo a ordenar mis opiniones y mis circunstancias

Opúsculos de Plutarco y las Epístolas de Séneca

fueron los dos preceptores de dos emperadores romanos, procedían ambos de países extranjeros y ambos fueron ricos y poderosos. Enseñan la flor y nata de la filosofía presentada de forma sencilla y pertinente