Carta de Scott Fitzgerald (Marcelo Bertuccio)

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Todo el mundo habla del coronavirus. Todos lo estamos padeciendo. La idea de este episodio no es volver a la pandemia ni sumar calorías a tu menú de noticias. Por primera vez en la historia de Epistolar -y creo que las circunstancias lo merecen- elegimos una carta apócrifa. En una humorada, quizás en un intento por calmar tanta angustia, el guionista Nick Farriella se puso por un momento en la piel del escritor Scott Fitzgerald. Imagina que estamos en la década del 20 en el sur de Francia. Todos están en cuarentena a raíz de la pandemia de la gripe española. Una carta excepcional para una situación atípica. Lee el actor Marcelo Bertuccio.

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Querida Rosemary,

Es un día triste y límpido. Te agradezco tu carta. Afuera, percibo lo que puede ser una colección de hojas caídas luchando contra un tacho de basura. Eso suena como jazz en mis oídos. Las calles están tan vacías.

Parece que la mayor parte de la ciudad se ha retirado a sus casas, con razón. En este momento, es muy conveniente evitar todos los espacios públicos. Incluso las barras, como le dije a Hemingway, pero me contestó con un puñetazo en el estómago, a lo que le pregunté si se había lavado las manos. No lo había hecho. Es muy negador y no entiendo por qué considera que el virus es “solo” influenza. Tengo curiosidad por sus fuentes.

Los funcionarios nos han alertado. Quieren asegurarse de que tenemos provisiones para un mes. Zelda y yo nos hemos abastecido de vino tinto, whisky, ron, vermut, ajenjo, vino blanco, jerez, ginebra y brandy, por si lo necesitamos. Por favor, ora por nosotros.

Deberías ver la plaza, oh, es terrible. Lloro por las malditas eventualidades que trae este futuro y por las largas tardes que avanzan lentamente. Zelda dice que no es excusa para beber, pero no puedo estabilizar la mano.

A lo lejos, vista desde mi melancolía, la costa está envuelta en una bruma opaca donde puedo discernir una penitencia incesante que ha estado yendo y viniendo durante mucho, mucho tiempo. Y, sin embargo, entre la línea de nubes agrietadas de la tarde, me concentro en una sola luz, que me invita a creer en un día mejor.

Fielmente suyo,

Scott Fitzgerald.
0:04:40
Editorial
Epistolar
Series
Epistolar
Año de publicación
2020
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