Barbazul, Caperucita Roja, la Bella y la Bestia, el Gato con Botas… Preocupada por cuestiones de género y por la tradición –y los mecanismos narrativos– de los cuentos de hadas, Angela Carter «revisita» con una sensibilidad feminista mitos y leyendas bajo la égida gótica de Poe o de Hoffman, pero con la audacia y el talento de mezclar, pongamos por caso, a Perrault y a Sade con Boccaccio. Son éstos relatos en los que las protagonistas rehacen las reglas (y el propio final del cuento), abandonando el rol pasivo que se les impone y atreviéndose a nombrar su deseo.