Cada vez que el profesor Henry Wilt entra en el aula del centro politécnico, algo se rompe en su interior. Con el regreso a casa cada día tampoco llega la paz, sino tan solo la constatación de que su vida es una derrota continua. Y, sin embargo, algunas de las mejores carcajadas de la literatura contemporánea las hallará el lector en estas páginas. Las clases de literatura a los alumnos de Enyesado, Albañilería y Lampistería, las obsesiones asesinas de Wilt proyectadas sobre una muñeca hinchable o, al fin, la delirante trama a partir de la extraña desaparición de la esposa se entretejen para crear una obra mítica.
Quizá todo lo que resultó hilarante demencia para los lectores de 1976 pueda parecer realismo desnortado a los actuales. Lo que es seguro es que estamos ante uno de los pocos libros gracias a los que una carcajada a solas en el metro no nos identifica como locos sino como lectores distinguidos.
Ilustraciones de cubierta: María Corte